Bodegas Pablo Padín

En la actualidad la producción propia ronda el 10% del total obtenido de la explotación de dos parcelas ubicadas en el ayuntamiento de Meaño, con una superficie que excede las 3 hectáreas de viñedo, perteneciendo el resto de la superficie a viticultores del Val de O Salnés que suministran la mejor uva de la comarca gracias a acuerdos firmados desde el inicio de las relaciones comerciales. El personal técnico de la bodega se encarga del asesoramiento en todo momento, mediante charlas informativas y controles de calidad de los viñedos, en el que se les indica de las acciones a emprender, para lograr que la calidad de la materia prima sea cada vez mayor. En el momento de la recolección se lleva a cabo un estricto control de calidad con el objetivo de que la materia prima que entra en la bodega mantenga unas condiciones óptimas en cuanto a la calidad y estado de conservación, el cual junto con las instalaciones e inversión en la maquinaria más novedosa, que van desde la mesa de selección, al macerador, prensas neumáticas, despalilladora, sala de conservación totalmente aislada y con temperatura tanto de los depósitos de acero inoxidable como de la misma sala controlada por dos máquinas enfriadoras y climatizadoras con la finalidad de tener el vino en todo momento a la temperatura más ideal para la conservación del mismo, hasta el filtro de vacío, planta embotelladora totalmente automatizada y sala de conservación del producto terminado para que llegue a las manos del consumidor en un estado óptimo de conservación. Actualmente la producción alcanza las 300.000 botellas y aunque la capacidad de las instalaciones es superior estando preparada para las 600.000 botellas, preferimos sacrificar la cantidad en favor de la calidad, puesto que entrar en producciones de un nivel superior y dada la estructura productiva de los viticultores de la zona donde la producción media de un viticultor de las Rías Baixas está en los 6.000 Kg. de uva aproximadamente, ello conllevaría a admitir uva con parámetros de calidad que están por debajo de lo que nosotros consideramos óptimos, obligándonos incluso a no poder seleccionar la uva en la recepción, lo que tan buenos resultados nos está dando y nos permite así una obtención de premios internacionales importantes.