Qué ver en la Ruta del Vino Ribeira Sacra
En este post os proponemos un recorrido por los principales municipios que forman parte de la Ribeira Sacra y qué visitar en ellos.
Ribeira Sacra, el secreto mejor guardado de la Galicia interior
Entre las provincias de Lugo y Ourense se extiende el que podríamos definir como uno de los secretos mejor guardados de la Galicia interior. Marcada por los ríos Miño y Sil, gracias a su paisaje, la espiritualidad que envuelve sus numerosos conventos y su característica viticultura a pie de montaña, la Ribeira Sacra supone una apuesta por los cinco sentidos.
En este post os proponemos una hoja de ruta por los principales rincones que forman parte de la Ruta del Vino Ribeira Sacra y qué visitar en ellos, en una escapada en la que podremos escuchar el silencio, satisfacer nuestro paladar y enamorarnos de sus impresionantes vistas.
Admirar el Miño desde Cabo do Mundo
Con una situación privilegiada para recorrer la Ribeira Sacra, iniciaremos nuestro viaje en el municipio de Chantada, donde descubriremos su apuesta por la cocina local y los vinos de la zona.
Desde aquí, sin prisa, podemos adentrarnos entre viñedos y cerezos para asomarnos al espectacular valle del Miño en la zona de Belesar. Desde esta pintoresca aldea parten interesantes rutas fluviales, además de destacar por ser un punto de paso del Camiño de Inverno a Santiago de Compostela.
Situado a escasos kilómetros de Belesar, a la hora de buscar el rincón con las mejores vistas el protagonista indiscutible es Cabo do Mundo, un mirador frente al bello meandro que forma el Miño en su recorrido por la Ribeira Sacra. Desde su cima no sólo puede apreciarse la peculiar curvatura del río, sino también el sistema de cultivo de la vid en bancales, que constituye una de las estampas más características de la ribeira lucense.
Viaje al corazón de la Ribeira Sacra
En nuestra segunda jornada nos desplazaremos al corazón de la Ribeira Sacra. Para ello, visitaremos Monforte de Lemos, donde nos dejaremos cautivar por su casco histórico y el Museo de las Clarisas, uno de los mejores museos de arte sacro de la península.
Asimismo, podremos conocer de primera mano la historia de la llegada del ferrocarril a Galicia, puesto que Lemos fue el núcleo por donde, en 1883, entró el tren desde tierras castellanas a las galaicas.
Mención especial merece el Colegio Nuestra Señora la Antigua, conocido popularmente como el Escorial gallego. Esta joya arquitectónica que no debemos pasar por alto, puesto que alberga una singular pinacoteca en la que podremos disfrutar de varias obras de El Greco, así como de su impresionante claustro y escalera monumental.
Naturaleza y tradición en Sober
Recorriendo la comarca de Lemos llegaremos a un pequeño paraíso situado en el sur lucense. En el municipio de Sober, naturaleza y tradición se dan la mano en un entorno privilegiado, tanto por su singular paisaje como por su legado histórico y monumental.
En este municipio podremos escoger entre adentrarnos en la naturaleza salvaje de la comarca realizando alguna de sus rutas de senderismo, tales como la de Doade-Augasmestas, Ruta dos Muíños do Xábrega o el Sendeiro Viñedos da Ribeira Sacra, o bien admirar su patrimonio, puesto que las tierras de Sober son conocidas por los petroglifos de Proendos y Figueiroá, y sus pequeñas iglesias de estilo románico.
Surcando las aguas del Sil
A la hora de visitar la Ribeira Sacra, no podremos conocer su verdadera esencia hasta recorrer los Cañones del Sil. Observarlos detenidamente desde las aguas y contemplar desde otra perspectiva el patrimonio sacro junto con su vegetación, así como admirar los bancales anclados en las laderas del río desde los tiempos de los romanos será un broche de oro a nuestra ruta.
Para disfrutar de esta experiencia, en nuestra última jornada nos desplazaremos hasta el embarcadero de Ponte do Sil, situado en Monforte. Una vez allí, emprenderemos un fantástico paseo en catamarán surcando las tranquilas aguas del río, rodeados de la impresionante orografía de estas tierras.
Saborear los mejores vinos sobre los Cañones
Con más de 2.000 hectáreas de viñedos, la viticultura a pie de montaña es un rasgo único de estas tierras. Así, las vides se distribuyen en socalcos, bancales unidos por escaleras, en lo que se conoce como viticultura heroica porque el trabajo es totalmente manual a causa de la orografía caprichosa que impide su completa mecanización.
La Ribeira Sacra cuenta con más de un centenar de bodegueros que organizan visitas guiadas para dar a conocer de primera mano cómo se produce el caldo y apreciar su calidad. En los espectaculares miradores de Parada do Sil, otro de sus símbolos, degustar una copa de sus tesoros enológicos sobre los Cañones será la despedida perfecta a nuestra ruta.
Aunque no podremos dejar atrás la Ribeira Sacra sin descubrir la bica, el dulce comarcal. Para ello visitaremos Castro Caldelas, donde además subiremos a su castillo para asomarnos, como lo hicieron los nobles de antaño, a la extensión inmensa de este valle que combina naturaleza salvaje y espiritualidad.